Como os había dicho, este año y pico que he estado ausente he aprovechado para ver bastantes series. De hecho, lo que no he visto en cinco años me lo he visto en uno jajaja Menudo vicio. El caso es que me apetece hablaros de lo que he visto y lo que ha removido en mí.
He decidido empezar por este pedazo de serie, que seguramente todos conocéis, pero para los que no, os hago un resumen rápido. En el primer capítulo, aparece Ted (el chico de la izquierda) explicándole a sus dos hijos que le gustaría contarles cómo conoció a la madre de estos, pero que es una larga historia. Así, comienza una serie de nada más y nada menos que 9 temporadas, que nos cuentan la vida de un grupo de amigos.
Ya solo con lo que he dicho, seguramente os estén viniendo dos cosas a la mente. En primer lugar, ¡9 temporadas!¡Menuda locura! Y encima con más de veinte capítulos por temporada. Sí, lo sé, así de primeras asusta, pero os aseguro que no es para tanto. La serie no se hace pesada, los capítulos duran unos veinte minutos, así que son ideales para los típicos ratitos que tenemos libres y queremos desconectar. Y ya os digo que cada capitulo se pasa volando. Algunos tienen más relevancia para la historia, otros son más de relleno, pero eso a mí por lo menos no me importó, porque la veía para reírme y despejar la mente, cosa que cada vez que encendía el televisor, conseguía.
La segunda cosa que estaréis pensando es que se da un rollo a Friends. Y puede ser, Friends es una serie muy famosa y valorada, pero de la que os confieso que solo he visto capítulos sueltos. En un futuro me gustaría verla entera, para tener el eje temporal de la historia y también toda la info posible. El caso es que igual sí puede tener un aire, pero los personajes son diferentes y ya os digo que si Cómo conocí a vuestra madre destaca por algo, es por sus personajes (bueno, y por los golpes de risa que se pega).
Sinceramente, me parece que esta serie me gustó tanto por que cumple ese dicho de: "Entre broma y broma, la verdad asoma". Y es que es cierto que hace reír mucho, no necesitas estar concentradísimo viéndola para quedarte con lo que está ocurriendo, pero también trata problemas del día a día, cosas que duelen, inquietudes, males de corazón, etc. Y representa muchas situaciones que se dan en la realidad. Con un toque de humor, sí, pero por los que al fin y al cabo todos hemos pasado: el miedo a quedarnos solos, el desamor, no encontrar trabajo o encontrarlo pero justo el que representa lo contrario a nuestros ideales, el miedo a lo estable y serio, o a no ser suficientemente buenos en algo, el miedo a la verdad, la muerte, el huir de los problemas, luchar por nuestros sueños, etc. Todo eso y más lo tenemos en la serie y es algo que creo que se menciona poco al hablar de las virtudes de la misma.
Además, esta serie pone nombre a cosas que ocurren pero que nunca nos habíamos dado cuenta, o al menos yo. Por ejemplo, el capítulo sobre la técnica del anzuelo me marcó mucho cuando lo vi, porque seamos francos, todo el mundo ha vivido eso alguna vez: o hemos sido el segundo plato de alguien o hemos tenido, al menos en mente, a alguien como segunda opción. Ya no solo aplicable al terreno romántico, sino en muchos ámbitos de la vida. Y eso hace pensar. También destaco lo bien hilada que está la serie, cosas que ocurren en los primeros capítulos no se resuelven hasta los últimos (como el misterio de la piña o la profesión de Barney), otras cosas sí que se resuelven en un par de capítulos, en otros hay guiños a cosas que han ocurrido anteriormente... Y sonríes al recordarlos, porque son absolutamente geniales.
¿Lo más negativo que he visto? Pues, diría que el susto que me llevé al principio al ver que eran tantos capítulos, que luego la serie se me hizo hasta corta. Y reconozco que Ted a veces me resultaba un poco pesado, estaba tan centrado en conseguir lo que quería que no se paraba a vivir de verdad y eso me ponía de los nervios, muy dependiente para mi gusto.
Sobre el final, sé que ha sido de los finales que ha generado más descontento. No os lo voy a negar, al principio me dolió y lo pasé mal, pero a la vez me pareció que no podía haber mejor final para cada personaje. La vida es así, y a veces nos gustaría que pasaran unas cosas y suceden otras. Digamos que eso es lo que ocurrió con el capítulo final y, la verdad, yo no lo cambiaría, puesto que pone el broche de oro para cada uno y estoy segura de que, si os paráis a pensar fríamente por todo lo que han pasado los personajes y las cosas que los caracterizan y unen, llegaréis a la misma conclusión que yo. Y sí, sentí un vacío existencial cuando terminé la serie, no lo puedo negar, y eso no me ocurría desde hace mucho, mucho tiempo.
Os diré algo: yo veía esta serie para desconectar, pero también para conectar. Para desconectar de la rutina, del mundo, de los problemas que tiene una, pero para conectar conmigo misma. Para plantearme si actuaría igual que los personajes, o si lo haría de forma diferente, o... ¡sorpresa! Hubo una temporada en la que me sentí prácticamente una de las protagonistas por que yo había pasado recientemente por algo que le ocurre a ella. Y reí, y lloré, y fue para mí como una limpieza porque empatizar tanto, ya sea con una serie, un libro, hobby o una persona, es simplemente maravilloso.
Creo que ahí está el secreto de la serie y justo por eso no puedo decantarme por ningún personaje. Porque todos somos un poco Ted, que queremos la vida perfecta, encontrar a una persona que nos ame con todo su corazón y a la que nosotros amemos con toda nuestra alma. Pero también somos un poco Robin, independientes, valientes, con muchas aspiraciones profesionales y algunas carencias que no nos atrevemos a reconocer. Quizás también tengamos de Lily su espíritu soñador, su tesón y atención a sus seres queridos, porque parece muy dulce, pero cuando alguien se mete con los suyos, ese alguien no sabe con quién se está metiendo. O tengamos algo de la vocación de Marshall, ese afán por cambiar el mundo para que sea un lugar mejor y ese amor incondicional que siente por su pareja. Y, finalmente, puede que seamos como Barney, una persona a la que parece que nada le importa lo suficiente, que pasa de todo y que se comporta a veces como un auténtico capullo, pero que en el fondo tiene un corazón de oro y solo busca que lo quieran y valoren. Para mí, esto es lo mejor de la serie, lo mucho que representa y que podemos vernos a nosotros mismos en los diferentes caracteres de los personajes. Y eso muy pocas series lo tienen.
Y vosotros, ¿veis esta serie? ¿Os llama la atención?
¡Un beso!