¡Buenas a todos!
Aunque estemos en pleno invierno (aunque con este tiempo caluroso no lo parezca) y nos acerquemos al último día del año, yo voy al revés de todo y por eso os traigo un libro ambientado en el verano. Sí, sé que mucho sentido no tiene, pero la coherencia está muy sobrevalorada (¿o eso era la cordura?). En fin, estudiar tanto me está haciendo decir boberías porque tengo la cabeza como un bombo, así que os dejo con la reseña. ¡Disfrutadla! ^^
Nombre: No hay verano sin ti.
Trilogía: Verano #2
Autora: Jenny Han.
Editorial: Destino.
Páginas:268.
Sinopsis
Año tras año, Belly espera con impaciencia la llegada de las vacaciones para reencontrarse con Conrad y Jeremiah en la casa de la playa. Pero este verano no podrá ir. No después de que la madre de los chicos volviera a enfermar y de que Conrad cambiara. Todo lo que el verano signifi caba se ha esfumado y Belly está deseando que acabe. Hasta que recibe una llamada inesperada que la convence de que aún podría volver a ser como antes. Y eso sólo puede ocurrir en un lugar…
Puntuación
Crítica propia
La primera parte de este trilogía la leí en verano. Pensaba esperar un poco más de tiempo para continuarla, pero vi el libro en mi tablet y ya me entró la perreta de empezarlo, así soy yo.
La vida de Belly ha dado un giro bastante brusco. Para ella es muy duro no ver ya ni a Susannah ni a Conrad y Jeremiah, su madre se ha encerrado en sí misma por los sucesos que se han dado y a ella solo le queda intentar disfrutar con su amiga Taylor. Pero un día Jeremiah la llamará porque no saben el paradero de Conrad, y Belly no podrá negarse a ayudar a encontrar a este chico que ha sido tan importante para ella.
"Quería memorizar todo en caso de no llegar a volver a verlo una vez más. Nunca se sabe cuándo será la última vez que verás algún lugar. A una persona. "
Este libro me ha gustado más que su predecesor, a pesar de que empiece con una escena en la que sale Taylor. En serio, a esta chica no la aguanto, me cae como una patada en el estómago. Es tan superficial, manipuladora y creída... Aunque se nota que quiere a Belly e intenta cuidarla, a su manera. Algo de bueno tenía que tener.
Belly sigue siendo la misma de siempre. Un poco inocentona e inmadura, pero muy entregada a los que quiere y llena de sentimientos. Belly no es una mala protagonista, aunque he de reconocer que a veces me ponía de los nervios que dramatizara tanto y reaccionara de manera egoísta o haciendo un mundo de una cosa sin tanta importancia, sobre todo en lo referente a Conrad.
Y hablando de este chico... Conrad al principio parece que actúa de manera incomprensible, guiándose por su dolor sin importarle nada y nadie, vamos, haciendo lo que le viene en gana. Pero luego nos vamos dando cuenta de que tras esa capa de "todo me resbala" tenemos a un chico que defiende lo que le importa, que quiere con todo su corazón aunque no le guste demostrarlo y no es tan estúpido como nos hace creer. Sí, Conrad se está ganando mi cariño, pero que no cante victoria que todavía le queda mucho para conseguirlo. Es que es tan callado, cuando entra en escena no dice mucho y con lo que dice a veces, es mejor que se quedara calladito (igual que Belly), pero he notado cierta mejora en él.
A Jeremiah en este libro lo conocemos mejor gracias a que narra alguno capítulos. La verdad es que habría preferido ver la historia desde el punto de vista de Conrad, pero como se encierra en sí mismo y de ahí no sale, me conformo con Jere. Él sigue siendo encantador, preocupándose por su familia e intentando hacer lo mejor, y ser el mejor para Belly.
Como personaje extra tenemos al señor Fisher, que, si bien lo conocimos en el libro anterior, en este cobra bastante más protagonismo.
El triángulo amoroso está mucho más presente en este libro, y no es de los que a mí me gustan. Un triángulo amoroso siempre es bien recibido si está bien llevado, pero en mi opinión en este ya se sabe por que chico se decantará Belly y a quién quiere de verdad, aunque ya veremos si el último libro de la trilogía me da la razón.
"Fue entonces cuando lo comprendí. Por fin lo entendí. La idea no era lo que importaba. Era la ejecución, el estar ahí para alguien. La intención no bastaba para mí. Ya no. No me bastaba con saber que en el fondo me quería. Hay que decirlo, demostrarle a alguien que te importa. Y él no lo hizo. No era suficiente."
Otro punto a favor es la manera en que consigue engancharte la novela. Además, como no es un libro muy gordo, lo lees en nada, porque entre la narración fresca de Jenny Han, que en la historia no dejan de suceder cosas y la regla de "solo un capítulo más y lo dejo", cuando sabes que no pararás hasta dentro de un rato, te ventilas el libro en muy poco tiempo.
La trama en esta entrega es más compleja, con más garra, me ha gustado más. Se trata el tema de la muerte, el dolor, la lucha por seguir adelante... El problema es que Belly no ha sabido estar a la altura de apoyar a los que más están sufriendo por ello, sino que se centra en ella misma y su dolor, eso es lo que menos me ha gustado de ella, pero bueno, supongo que cada uno es como es.
Por último, el final me dejó descontenta. No entendí por qué Conrad actúo de esa forma y dijo esas cosas, pero menos comprendí la forma de actuar de Belly. SPOILER ¿Un hermano te dice que no y te vas con el otro, cuando nunca te habías planteado quererle a él de esa manera? ¿En serio? Cogió a Jeremiah de segundo plato, solo porque Conrad le dio a entender que no podía haber nada entre él y Belly. Me parece muy mal que se decidiera por Jere cuando ni siquiera había tenido dudas, simplemente vio la oportunidad y se lanzó. FIN DEL SPOILER. Será necesario quizás para el libro siguiente, que espero que tome un buen rumbo, porque este final ha quedado demasiado abierto y me ha dejado muy descolocada.
¡Un besito y felices fiestas!