Os dejo con la reseña de un libro que te hace creer en la magia de un carrusel muy especial:
Nombre: Nosotros después de las doce.
Autora: Laia Soler.
Editorial: Puck (Urano)
Páginas: 320.
Si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te hacen sufrir, las traiciones,
las pérdidas y los desengaños...
Si pudieras convertir tu mente en un mural en blanco donde volver a pintar tu vida,
¿lo harías?
Aurora vive en Valira, un pequeño pueblo situado entre montañas. No cree en los cuentos de hadas, pero sí en la magia. Al fin y al cabo, Valira debe su nombre a una reina feérica. Dice la leyenda que la sangre de las hadas aún corre por las venas de sus habitantes, que el pozo del pueblo alberga el espíritu de la reina y que el antiguo carrusel de la plaza posee poderes extraños. No, en Valira nadie se atrevería a negar la existencia de la magia.
La víspera de San Juan, la noche más mágica del año, la mejor amiga de Aurora, Erin, regresa al pueblo después de dos años viviendo en la gran ciudad. Y con ella vuelve Teo, su hermano gemelo, cuya presencia Aurora prefiere evitar. Pero la mirada de Teo no es tal como ella la recordaba, ni su pelo, ni su sonrisa. Y cuando el más poderoso de los sentimientos asoma entre los dos, Aurora empezará a dudar de si acaso estará viviendo la segunda parte de una historia de amor olvidada o… no.
Con una voz potente, actual y profundamente evocadora, Laia Soler teje una historia salpicada de magia que nos arrastra por las turbulentas aguas de la memoria, el dolor y el amor para reflexionar sobre todo aquello que nos une, nos separa y nos hace crecer como personas.
De Laia Soler solo había leído Los días que nos separan, libro que me enamoró. Por eso, cuando en el club de lectura iniciaron una votación y propusieron este libro, no pude hacer más que votarlo, y me alegré mucho cuando salió ganador para ser el libro a leer el mes de septiembre. ¿Qué puedo decir? Laia Soler ha conseguido volverme a emocionar y, sobre todo, me ha hecho creer en la magia a pies juntillas. Desde ahora sé que quiero leer todas las obras que esta autora escriba.
Aurora es una joven que lleva viviendo en Valira, un pequeño pueblo, toda su vida. Tiene su grupo de amigos, trabaja en la pastelería de sus padres y a veces va a las caravanas a celebrar las fiestas. Pero Aurora es una chica que no muestra sus sentimientos, es muy introvertida y parece no querer a nadie de verdad. Es tan desapegada de todo y de todos que parece que estuviera muerta en vida, al menos esa es mi opinión. Eso añadiendo que es bastante dramática en algunas cosas, pues no me ha convencido mucho. No exterioriza sus sentimientos y no muestra pasión por nada ni nadie. Sí, como veis, nuestra protagonista parece ser de hielo, al menos hasta que llega Teo. Él vivía en el pueblo, pero se marchó a la ciudad a estudiar hace dos años, hasta que aparece afirmando que su familia se quedará a vivir en Valira. Si Aurora es hielo, Teo es puro fuego: está lleno de vida, le encanta chinchar a Aurora y que ella sea tan distante despertará su interés por conocer a esa chica que ha cambiado tanto durante esos dos años que ha estado fuera. También tendremos a Erin, la hermana de Teo y la que fue la mejor amiga de Aurora, pero cuando se marchó del pueblo se distanciaron. Erin es toda alegría, siempre está de buen humor, pero no entiendo por qué su amiga ya no es la misma y no parece querer salir a ningún lado, ni muestra demasiado entusiasmo por su llegada. Erin es como un soplo de aire fresco, que no se rendirá hasta que Aurora comprenda que puede confiar en ella y recuperar la amistad que tenían antes.
"Ahora me doy cuenta de que si eso no me ha preocupado nunca ha sido porque yo siempre he tenido el control. Me gusta ser Aurora La Rompecorazones porque mientras lo sea significa que el mío está a salvo."
Ahora voy a centrarme en la trama amorosa. Antes que nada, sé que a primera vista puede parecer que es un libro sin mucha profundidad que solo se centra en el amor, pero no es así, o al menos para mí ha sido mucho más. Obviamente, hay un romance, protagonizado por Teo y Aurora (tampoco hay que ser un genio para deducirlo, solo hay que leer la sinopsis). Si os digo la verdad, el principio de esta historia no me gustó demasiado, porque me pareció que desde que Teo llega al pueblo va demasiado a saco con Aurora. Vamos, que desde el primer día está pico y pala, pico y pala... Que no os digo yo que esté mal, pero no sé, me hubiera gustado que la cosa fuera surgiendo de manera algo más natural. Luego sí me gustó mucho, esos momentos que compartían no hacían más que sacarme sonrisas.
La ambientación es simplemente mágica. De verdad, me he enamorado de Valira y de todos sus lugares especiales, desde el carrusel hasta el pozo tan visitado por los turistas. ¿Cómo negarse a creer en la magia en un lugar tan maravilloso como este? El pueblo parece de cuento de hadas, con magia en cada rincón. Eso sí, su gente es un poco cotilla, pero qué se le va a hacer, todo no podía ser bueno.
Pero, de manera sorprendente, no ha sido esto lo que más me ha gustado del libro. ¿Qué es? Os estaréis preguntando. Pues bien, lo que más me ha gustado es la evolución que Aurora sufre y lo que ella aprende, pero sobre todo, lo que aprendemos nosotros con ella. Sé que con esto no os aclaro mucho, pero os lo voy a explicar planteándoos una pregunta. Si pudierais olvidar algún suceso que os lo haya hecho pasar mal, olvidar alguna situación que desearíais no haber vivido, ¿lo haríais? Estoy segura de que todos, incluida yo, lo hemos deseado alguna vez y que si existiera esa posibilidad, la respuesta "sí" sería unánime. Chicos, en este libro se habla del olvido, pero se trata el tema de manera muy profunda. Te das cuenta de lo que te pierdes al renunciar a ese recuerdo, al desterrar ese momento de tu memoria y de tu corazón. Cuando olvidas algo importante que ha marcado tu vida, ya no eres la misma persona. Y tenemos que estar orgullosos de recordar todos esos momentos que nos han marcado, tanto los buenos como los malos, por mucho que cueste. Porque ellos son los que han forjado nuestra identidad, lo que somos. Sin recuerdos y vivencias, ¿qué nos queda? Una cáscara vacía, incapaz de querer a alguien lo suficiente, ya que si borras todo lo malo que te han hecho las personas, o que tú has hecho, no las conoces totalmente. Y, lo más importante, no te conoces a ti mismo.
También se trata muy bien el tema de las relaciones a distancia, no solo las amorosas, también las de amistad. Cuando alguien se marcha de nuestro lado a otro lugar, ya sea para estudiar fuera, trabajar o simplemente porque quiere un cambio de aires, sentimos que se nos echa el mundo encima. Y es que es cierto que para continuar con esa relación, se requiere ser fuerte, constante y no rendirse a lo fácil, que sería olvidar, dejarlo pasar. La novela habla de como nos sentimos cuando una persona querida se va, pensamos que nos va a olvidar, que su vida será más interesante que a nuestra, que ya tendrá otras personas nuevas mucho mejores que tú en su vida... Son inseguridades que aparecen y nos hacen dudar, pero eso lo único que hace es dañarnos por dentro y en realidad son cosas absurdas. Si esa persona te ha querido siempre, ¿por qué ahora iba a dejar de hacerlo? ¿Por estar en un entorno nuevo? Solo hay que cuidar la relación y tener confianza, tanto en nosotros mismos como en la otra persona. Y eso, tanto las inseguridades como el creer en esa amistad, lo plasma el libro a la perfección. Sí, hoy ha salido a la luz mi parte de psicóloga xD
Otra cosa que me ha gustado mucho ha sido la relación de Aurora con su abuelo, es de lo más entrañable y se nota que se quieren muchísimo. Lo mejor es que aprenden el uno del otro y cada uno reconoce sus errores.
"-Nunca he entendido eso. ¿Por qué a las doce tienen que romperse todos los hechizos? De pequeña, yo imaginaba que las hadas madrinas se reunían ahí arriba a comer palomitas y ver cómo sus protegidas se las apañaban para salir del paso antes de que el hechizo se rompiera. Si no era por hacerlas sufrir y divertirse a su costa, no tiene sentido.
Noto omo Teo se encoge de hombros.
-Todos los hechizos tienen que romperse.
Levanto la mirada.
-¿Y ahora quién es el cínico?
-No lo digo como algo negativo. Al contrario. Los hechizos son ilusiones. El vestido de Cenicienta y todo eso desaparece porque no era de verdad, ¿y de qué vale vivir algo que no es verdad? Lo importante es lo que viene después de que toquen las doce, cuando vuelve la vida real."
No he podido darle la máxima puntuación porque, aparte de que me pareció algo forzado el acercamiento de Teo a Aurora al principio, hay algunos detalles que me han resultado bastante similares comparándolos con la otra obra que he leído de la autora, Los días que nos separan. No es que sean iguales, pero sí que hay cosillas que he visto parecidas y no sé, le ha quitado algo de encanto (?) No sé explicarlo.
En fin, Nosotros después de las doce es una novela llena de magia y enseñanzas, donde nos embarcaremos en una aventura para conocer a los personajes y, sobre todo, a nosotros mismos. Una historia de amor que es más profunda de lo que parece, sin duda alguna. Si algo he aprendido en este libro, es que la realidad es nuestro propio cuento de hadas y que la magia tiene un precio, si tuviera la posibilidad de subir al corcel dorado, sé que denegaría la oferta. Es normal que no nos guste el sufrimiento, pero si sufrimos, significa que estamos vivos y que tenemos sentimientos profundos por algo o por alguien.
También el libro lo he leído conjuntamente con los miembros de Folloner@s club. ¿Todavía no sabes de qué estoy hablando? Pinchad en la imagen siguiente para saber más, os aseguro de que no os vais a arrepentir:
Este libro lo he leído en una lectura conjunta organizada por Obsesión conjunta, un club al que os animo a que os apuntéis porque disfruto mucho leyendo con ellos.
¡Un besote!