
Nombre: Recuerdos prestados.
Autor: Cecelia Ahern.
Editorial: Vergara.
Páginas: 382.
Sinopsis
Joyce Conway recuerda cosas que no debería. Conoce bien las callejuelas adoquinadas de París, aunque jamás ha visitado esa ciudad. Todas las noches sueña con una niña rubia cuya identidad ignora.
Justin Hitchcock se ha divorciado y está solo e inquieto. Llega a Dublín para impartir un seminario sobre arte y conoce a una atractiva médica que lo convence de que done sangre. Es lo primero que sale del corazón de Justin en mucho tiempo.
Cuando Joyce abandona el hospital después de un terrible accidente, con su vida y su matrimonio hechos pedazos, se muda a la casa de su anciano padre. Entretanto, la abruma una intensa sensación de déjà vu sin que logre entender por qué...
Puntuación
Crítica propia
Con Posdata: te quiero, aprendía a mirar la vida de otra forma; en Donde termina el arcoiris aprendí que la felicidad llega, ya seas joven o tengas tus años; y en Recuerdos prestados, Cecelia Ahern me ha vuelto a enamorar con su historia.
Lo primero que nos enseña el libro es que donar sangre es muy importante y necesario, ya que vemos desde el punto de Joyce como una transfusión de sangre puede salvarte la vida, y hacer incluso más que eso.
Recuerdos prestados nos cuenta la historia de Joyce, una chica que tras un desafortunado accidente en las escaleras, sale viva precisamente gracias a una transfusión sanguínea. Al salir del hospital está destrozada, ya que ha perdido al bebé que llevaba en su vientre y encima ya no ama a su marido Connor, por lo que se va a vivir a casa de su padre.
Justin es un hombre bastante desabrido; es soso y bastante borde, y al principio del libro podemos ver como evita hacer el ridículo. Pero hay un porqué de que sea así la personalidad de Justin, sí señor. Se ha divorciado de su esposa, la que ahora tiene un novio, y su hija Bea vive con ex mujer en Londres. Justin va trasladándose desde Londres a Dublín para dar seminarios, y allí es donde dona sangre y... empiezan a pasar cosas.
De los personajes, a parte de los protagonistas, tengo que destacar al padre de Joyce. Es un hombre adorable, cada vez que aparecía me partía de risa tan pronto como me inundaba la pena. Este hombre tiene muy presente a su mujer, ya fallecida, Grace o Gracie, como el solía llamarla. Es divertido ver que llama a su propia hija Gracie, sin ser consciente de ello.
De Connor decir que no me cayó bien desde su primera aparición. No sé, un personaje que no me convenció para nada xD
Joyce y Justin estarán como el gato y el ratón, bueno, mejor dicho dos gatos, porque los dos se buscarán pero sin éxito (al menos al principio). Cuando uno la ve y la llama, la otra no le escucha, cuando ella está en un sitio, él se acaba de ir...
El ritmo del libro es bastante bueno. A veces es más pausado, pero no por ello se hace aburrido, sino que algunos diálogos son más lentos que otros.
La verdad es que la historia me ha hecho sentir muchas cosas, unas veces me ha sacado una carcajada, otras veces un lágrima, otras me ha hecho enfadar, otras preocuparme...En fin, es un libro cargado de sentimientos.
Por último, decir que el final y toda la historia en sí es totalmente mágica. Hay magia en el ambiente desde el primer momento, pero no la magia de: ¡Dios, un hada! No, sino magia de ir enamorándose poco a poco y de las cosas que tiene la vida y/o el destino.
En definitiva, Recuerdos prestados es un libro mágico cargado de sentimientos que merece la pena saborear. Una historia que enamora y unos personajes muy bien definidos.
¡Un besito a todos!