¡Buenos días!
Hoy os traigo una reseña cortita sobre un libro que es reconocido mundialmente. Tenía ganas de leerlo para ver por qué era tan especial y poder formarme una opinión propia del mismo. Espero que os guste la reseña.
Nombre: Una habitación propia.
Autora: Virginia Woolf.
Traducción: Laura Pujol.
Editorial: Seix Barral.
Páginas: 160.
En 1928 a Virginia Woolf le propusieron dar una serie de charlas sobre el tema de la mujer y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo o presunción, planteó la cuestión desde un punto de vista realista, valiente y muy particular. Una pregunta: ¿qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Una sola respuesta: independencia económica y personal, es decir, Una habitación propia. Sólo hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer.
Son muchos los repliegues psicológicos y sociales implicados en este ensayo de tan inteligente exposición; fascinantes los matices históricos que hacen que el tema de la condición femenina y la enajenación de la mujer en la sociedad no haya perdido ni un ápice de actualidad.
Partiendo de un tratamiento directo y empleando un lenguaje afilado, irónico e incisivo, Virginia Woolf narra una parábola cautivadora para ilustrar sus opiniones. Un relato de lectura apasionante, la contribución de una exquisita narradora al siempre polémico asunto del feminismo desde una perspectiva inevitablemente literaria.
En Una habitación propia, Virginia Woolf plasma un reflexivo ensayo que gira en torno a una pregunta: ¿Qué tiene que tener una mujer para poder escribir una novela? Con ese eje central, Virginia Woolf escribe uno de los grandes textos referentes feministas de todos los tiempos.
Reconozco que me ha resultado una lectura bastante densa, en el sentido de que me costaba bastante avanzar en ella debido, sobre todo, a la manera de escribir de la autora y a la estructura del libro, ya que son pensamientos que va transmitiéndonos sin seguir un hilo conductor, apareciendo, por tanto, de manera desorganizada, lo que hace que se haga un poco cuesta arriba.
"Las grandes masas de gente nunca son responsables de lo que hacen. Las mueven instintos que no están bajo su control".
Pese a ello, ha sido un libro que he disfrutado mucho, entiendo por qué es tan reconocido y me ha encantado lo mucho que me ha hecho pensar, reflexionar y cuestionarme muchas cosas cosas. Los libros que hacen pensar de esta manera los considero una joya, merece la pena leerlo. La autora nos plantea, básicamente, lo que es ser mujer y las diferencias a las que se han visto sometidas a lo largo de los años, incidiendo en las opiniones contrarias que se han hecho sobre las mujeres (todas ellas expresadas por hombres), en el sentido de que o no sirven para nada o somos enrevesadas y unas manipuladoras; el tema del poder, la confianza y superioridad del hombre, e incluso hablando del diferente entorno que han tenido los escritores de las escritoras para poder plasmar sus historias, incidiendo en las facilidades de los primeros frente a las segundas. Me ha parecido interesante cómo plasma que, en realidad, que la mujer sea considerada el sexo débil habla más de la inseguridad y el miedo a que lo superen del hombre que de la mujer en sí, y de cómo que eviten que las mujeres realicen determinadas actividades refleja su falta de confianza en sí mismos, más que la incapacidad de la mujer para hacerlas. Asimismo, cita a diferentes autoras, como a Jane Austen o a las hermanas Brönte, para fundamentar sus pensamientos. No diré más, porque uno de los encantos del libro es sumergirse junto con Virginia en dichas reflexiones y pensar en todas las cosas a las que hace referencia.
"Posiblemente, cuando el profesor insistía con demasiado énfasis sobre la inferioridad de las mujeres, no era la inferioridad de estas lo que le preocupaba, sino su propia superioridad".
Lo que me queda claro es que, sin duda, una mujer necesita de quinientas libras al mes, tiempo y una habitación propia. Independencia económica, intimidad y tiempo para ella, esas son las claves que nos comenta como conclusión de su investigación, las cuales enumera al inicio de la lectura.
¿Habéis leído este clásico?
¡Besos!