¡Hola a todos!
¿Qué tal estáis? Os dejo con un libro que desde que salió tuvo un boom, porque es de un universo muy conocido, del que os aseguro que leeré todos los libros que salgan.
Nombre: Amanecer en la cosecha.
Saga: Los Juegos del Hambre #0.5
Autora: Suzanne Collins.
Traducción: Pilar Ramírez Tello.
Editorial: Molino.
Páginas: 496.
¡Llega la increíble quinta entrega de la saga Los Juegos del Hambre!
Cuando te roban todo lo que amas, ¿queda algo por lo que luchar?
Amanece el día de los Quincuagésimos Juegos del Hambre y el miedo atenaza a los distritos de Panem. Este año, en honor al Vasallaje de los Veinticinco, se llevarán de sus hogares al doble de tributos.
En el Distrito 12, Haymitch Abernathy intenta no pensar demasiado en sus probabilidades. Lo único que le importa es que se acabe el día para poder estar con su chica.
Cuando anuncian el nombre de Haymitch, todos sus sueños se rompen en pedazos. Lo separan de su familia y de su amada, y lo envían al Capitolio con los otros tres tributos del Distrito 12: una amiga que es casi como una hermana pequeña para él, un chico obsesionado con analizar apuestas y la chica más estirada de la ciudad. Cuando empiezan los Juegos, Haymitch comprende que en el Capitolio quieren que fracase. Sin embargo, algo dentro de él desea luchar y que el eco de esa lucha llegue mucho más allá de la mortífera arena.




Primeramente, os recomiendo que antes de leer este libro hayáis leído, en primer lugar, la trilogía Los Juegos del Hambre, y, en segundo lugar, la primera precuela de estos libros, titulado Balada de pájaros cantores y serpientes.
En este libro tendremos como protagonista a Haymitch, al que conocemos en la trilogía principal por el ser el mentor de los tributos del Distrito 12, caracterizado por ser borracho, vago y pasota en un inicio, aunque luego vemos que tiene su corazón y hace más de lo que parece. En esta novela vemos cómo es Haymitch de joven y qué eventos traumáticos tuvo que vivir para cambiar tanto y volverse la persona que conocemos en los otros libros.
Así, vemos a un Haymitch revolucionario, pero con muchas ganas de vivir: está enamoradísimo de su novia Lenore Dove, miembro de la Bandada, adora a su madre y a su hermano Sid, y gana algo de dinero elaborando alcohol de forma ilegal, aunque los agentes de la paz hacen la vista gorda, dado que ellos mismos son consumidores. Haymitch es de respuesta ágil, valiente y con un punto pillo, y tiene claros sus valores, también mantiene una amistad muy fuerte con Burdock Everdeen. La vida de nuestro protagonista da un giro horrible cuando, por defender a su novia, sale elegido como tributo del Vasallaje de los Veinticinco, donde 2 niños y 2 niñas de cada distrito se enfrentarán hasta la muerte, para que solo quede un vencedor.
"No hay nada que robar que merezca la pena guardar".
Tras leer este libro, no me queda ninguna duda de que Suzanne Collins, cuando comenzó con este universo, tenía claros todos los matices de los personajes. Me ha encantado que esta entrega sea una pieza que encaja perfectamente con lo que ya sabemos, que nos pone en contexto de situaciones vivencias, y relaciones entre personajes. Con él, comprendemos hasta qué punto llegaba la conexión de Haymitch con Katniss, o incluso dónde se conocieron Haymitch y Effie, Beete, Mags, Plutarch y Wiress. Además, al ser una historia que sucede cronológicamente entre Balada de pájaros cantores, que nos cuenta la historia del Presidente Snow, y de la trilogía principal, llena ese vacío. Nos damos cuenta de cómo han evolucionado los juegos, los cambios habidos en los escenarios debido al tiempo, e incluso la manera en la que envejecen las historias (por ejemplo, lo sucedido con Lucy Gray) o cómo se traspasan las tradiciones y canciones. También vemos lo que es nacer en un sitio o en otro, cómo los habitantes del Capitolio creen a ciegas en que Los Juegos son necesarios para la paz, porque les han hecho creer eso, son víctimas del propio sistema, aunque algunos han sabido despertar contra ese engaño.
Reconozco que hay partes que se me han hecho algo repetitivas, más que nada debido a que la estructura es la misma que Los Juegos del Hambre y En Llamas, y que parte de la otra precuela, por lo que la parte de la Cosecha, la preparación para los Juegos y demás tenía páginas que se me hicieron un pelín bola, aunque el resto del libro me enganchó muchísimo. Eso sí, me pareció curioso ver cómo en este caso las alianzas entre tributos se formaron claramente antes de entrar en la arena, una arena temible, con pruebas que no decepcionan, cada terror es peor que el anterior. Asimismo, considero que la Bandada tiene muchos misterios y mucha historia que no conocemos realmente, solo pinceladas, por lo que la autora podría explotar este punto (no sé si se habrá planteado escribir otro libro, pero yo leeré todo lo que ella quiera jaja).
Es un libro interesante, que nutre aún más esta perfección de mundo, pero, cómo no, también es una historia muy dura. Ya sabemos que vamos a sufrir con él, pero una cosa es decirlo antes de leerlo, y otra después. Haymitch se enfrenta a situaciones horrorosas, ve morir a todas las personas de su alrededor, se arriesga con tal de no someterse ante el Capitolio, y, a pesar de su buena voluntad y que actúa de la mejor manera que puede, solo encuentra dolor. Los capítulos finales y el epílogo me rompieron el corazón. Por supuesto, es un libro que pone de manifiesto lo malvado que es Snow, el rencor que alberga en su corazón y de lo que es capaz. Si ya lo detestábamos, en este libro lo odiamos un poquito más. Preparad pañuelos de cara al final, os lo digo.
Con respecto a otros personajes, destaco a Maysilee, que nos la pintaban como la chica más cruel del Distrito, pero diría que ha sido un personaje que destaca, con mucho corazón y una fiel compañera que siempre guarda las espaldas; y a Amper, el hijo de Beete, siendo el punto que une a muchos tributos, con su sonrisa amable.
¡Besos!