A la caza de Houdini

 ¡Hola a todos!

¿Cómo estáis? Yo deseando que termine el mes jaja Julio es un mes muy duro para los asesores, pero bueno, ya queda menos. Hoy os traigo la continuación de una saga que me ha gustado mucho. Espero que os guste la reseña.

Nombre: A la caza de Houdini.

Saga: A la caza de Jack el Destripador #3

Autora: Kerri Maniscalco.

Traducción: María Celina Rojas.

Editorial: Puck.

Páginas: 480.

Audrey Rose y Thomas Cresswell se encuentran a bordo de un lujoso transatlántico que se convierte en una horrorosa prisión flotante cuando un asesino termina con la vida de los pasajeros uno por uno… y no hay lugar adonde escapar. Al emprender un viaje de una semana por el océano Atlántico a bordo del opulento RMS Etruria, Audrey Rose Wadsworth y su compañero de investigaciones, Thomas Cresswell, se ven deslumbrados por una compañía itinerante de artistas de circo, videntes y un carismático joven escapista que entretienen por las noches a los pasajeros de la primera clase. Pero algunas jóvenes de alta cuna comienzan a desaparecer sin ninguna explicación y una serie de asesinatos brutales conmociona al barco entero. La inquietante y extraña influencia del Carnaval Luz de Luna invade las cubiertas a medida que los asesinatos se vuelven más y más perturbadores. Audrey Rose y Thomas deberán resolver estos casos espeluznantes para evitar que más pasajeros mueran antes de llegar a destino. Pero cuando las pistas indican que la próxima víctima quizás sea alguien a quien ella ama, ¿podrá Audrey Rose desentrañar el misterio antes de que el asesino lleve a cabo su macabro acto final?

1. A la caza de Jack el Destripador | 2. A la caza del Príncipe Drácula

Me daba respeto empezar este libro, dado que había leído reseñas que indicaban que este era el peor libro de la saga, con diferencia. Pero, como a veces parece que me gusta llevar la contraria, a mí ha sido el que más me ha gustado de los tres que llevo leídos, así que ha sido una muy grata sorpresa.

En esta entrega acompañamos a nuestros personajes a un viaje a través del RMS Etruria, un trasatlántico lujoso, el cual durante una semana, además de contar con unas instalaciones muy buenas, ofrece funciones del maravilloso Carnaval de Luz de Luna, un circo con números llamativos y arriesgados realizados por sus miembros, desde contorsionistas hasta a adivinos del futuro, pasando por el maestro del escapismo Houdini. Todo parece ideal, hasta que, tras la primera actuación, aparece una chica asesinada, el primero de una sucesión de crímenes, cada uno más brutal que el anterior. Dichos asesinatos parecen estar directamente relacionados con el carnaval, dado que muchos son cometidos durante las funciones y con cada cuerpo aparece una carta del tarot. Así, nuestros protagonistas tendrán que investigar sobre ello y cuidarse las espaldas para no terminar como las víctimas. 

"Algunas veces elegimos no ver las cosas que sabemos que son verdad, simplemente porque deseamos mantener viva la fantasía de lo que podría haber sido."

La autora vuelve a mezclar lo ficticio con lo real. El trasatlántico existió, al igual que Houdini y los trucos que tienen lugar en el libro, aunque la autora los sitúa en otro año, e incluso se inspiró en un asesino real, a pesar de que la mayoría de los elementos de la lectura sean ficticios, claramente, y que adapte los datos reales de la manera más conveniente a la historia que cuenta.

El libro me ha gustado tanto por varias razones. En primer lugar, la ambientación en un trasatlántico me ha parecido todo un acierto: escenarios llenos de elegancia, gente con clase, paseos por la cubierta y los camarotes... Eso combinado con el ambiente festivo y a la vez misterioso del circo, que intriga debido a la manipulación que ejercen sus miembros sobre el público con cada truco, a la vez de las habilidades de cada artista, sus ensayos y sus historias del pasado, consiguen que quedemos totalmente atrapados y embobados con la lectura.

De los personajes, he de destacar al maestro de ceremonias del circo, Mephistopheles, un personaje que es intrigante, cobra mucho protagonismo y no sabemos qué pensar sobre él, qué es lo que hay de verdad y de mentira en sus palabras y su comportamiento, y qué podemos esperar de él. Me pasé todo el libro sin saber si podía confiar en él o no, es un personaje muy ambiguo y enigmático, y su dominio de la manipulación y de la labia para conquistar a la gente es innegable. No somos los únicos que nos sentimos fascinados por él, ya que también hará mella en Audrey Rose. 

"En fin, a lo que me refiero es a que todas las rosas pueden hacer brotar sangre tanto como despertar deleite. Sin embargo, no dudamos en inhalar su fragancia, ¿no es así? El peligro no disminuye la atracción, la aumenta".

La autora vuelve a sorprendernos con sus descripciones crudas, dado que detalla el estado de los cuerpos de forma minuciosa y cómo llevan a cabo la inspección de los mismos, lo que no es muy agradable, pero a la vez hace la historia más real e impactan mucho. Personalmente, lo pasaba un poco mal leyéndolas, pero justo este tipo de escenas es lo que hace a esta saga única y me parece que la autora las elabora de maravilla. 

Sobre los protagonistas, he de decir que Audrey Rose me ha decepcionado un poco, su comportamiento en este libro deja que desear. Digamos que la he visto muy niña, se deja llevar y creerse lo primero que le cuentan, lo que contrasta con el pensamiento crítico que siempre la ha caracterizado. Hemos visto su parte más egoísta y no me ha gustado cómo se ha comportado con Thomas, ya que él no se merece sus actitudes. Thomas en este libro sigue siendo un completo arrogante, y de cara al exterior parece un estúpido, pero nosotros vemos su lado más vulnerable y es un personaje que me gusta mucho por la evolución que ha sufrido desde el primer libro y por cómo valora y respeta a Audrey Rose. 

No vi venir la identidad del asesino, me sorprendió y también el conocer el porqué de sus actos. Asimismo, me gustó mucho el papel de la cartomancia en la historia, los significados de las cartas y buscar la conexión que tienen los asesinatos con los mismos. 

¡Besos!