¿Qué tal habéis pasado el finde? ¿Estáis preparados para empezar la semana?
Yo os traigo la reseña de un libro que leí hace muchísimo y me apeteció releerlo. Se trata de un libro conocido y duro, que cuenta una realidad. Espero que os guste la reseña:
Nombre: El diario de Anna Frank.
Autora: Anna Frank.
Editorial: Debolsillo.
Páginas: 380.
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Ana tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidas y enviadas a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Ana, a la sazón una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y las barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Ana y sus acompañantes. Ana murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.
Este libro es uno de los clásicos por excelencia, que plasma un testimonio real sobre lo sucedido en Holanda durante la II Guerra Mundial, más concretamente, durante los años 1942 y 1944, que es el periodo que abarca este diario, al que ella llama cariñosamente Kitty.
Ana Frank era una joven judía que al inicio de su diario contaba con trece años y convivía con su familia en Holanda, por lo que tuvo que esconderse junto a ellos y más personas en una especie de almacén situado en el edificio de oficinas donde trabaja su padre tras la persecución habida contra los judíos.
"He llegado al punto en el que ya me da lo mismo morir que seguir viviendo. La Tierra seguirá dando vueltas aunque yo no esté, y de cualquier forma no puedo oponer ninguna resistencia a los acontecimientos. Que se lo que haya de ser, y por lo demás seguiré estudiando y esperando que todo acabe bien".
Diría que lo que más me impactó a mí fue ir leyendo sus memorias sabiendo cómo era el final, el leer sus sueños, esperanzas y vivencias sabiendo que iba a morir en un campo de concentración. Es un dato histórico, no un spoiler que se cuente en el libro, ya que sus memorias terminan antes de que los localicen y los envíen a los campos de concentración, aunque haya un par de páginas destinadas a explicarnos qué ocurrió con la familia Frank después de los acontecimientos narrados por Ana. Es muy fuerte leer los sueños de Ana, lo que quiere hacer después de la guerra, sus expectativas, e incluso lo que le gustaría hacer a su familia cuando el conflicto terminara; hasta se frustraba porque si seguía mucho más escondida, se iba a retrasar en el colegio. Leer esas partes con un dolor en el pecho era inevitable. Y ya leer la parte final, cómo ella escribe de la forma usual, sin ningún cambio aparente, en un día normal y corriente, sin saber que posteriormente su vida iba a dar un cambio tan negativo e iban a ser encontrados... Parte el alma. También marca la manera de hablar de Ana. En concreto, la forma en la que nos cuenta la suerte que tiene por poder estar escondida y sentirse relativamente a salvo, en comparación con otros judíos que están totalmente expuestos, y cree en un futuro más allá de ese encierro. Eso sí, es un libro lento, ya que al final es una niña contándonos su día tras día en un almacén encerrada, por lo que algunas partes eran algo más pesadas, pero no por ello menos interesantes.
Obviamente, en muchas páginas expresa su aburrimiento y nervios por encontrarse encerrada, y es que estar en esa situación pone nervioso a cualquiera. Se aprecia cómo la cosa empieza bien, pero luego ya todos están más irascibles, hay más discusiones y peleas, ya que hay personalidades que chocan más que otras, algunos quieren imponer su criterio, etc. Es muy duro vivir esa situación, eso sin duda. Además, Ana nos describe cómo era la situación de los judíos en esos años: cómo no podían viajar en transporte público, salvo en vehículos determinados, tenían limitaciones para sus profesiones, asistir a colegios que fueran solo de judíos, etc. La discriminación se palpaba en el ambiente, y la persecución hacia ellos aumentaba cada día. Ana escucha junto a su familia la radio clandestina cuando están en el escondite, y se plasmaba el peligro que corrían aquellas personas que los ayudaban, por ejemplo, aquellos que sabían de su escondite y les conseguían la comida. Además, se transmite muy bien el riesgo continuo, ese miedo de ser descubiertos, aparte de no poder hacer ningún ruido en tu casa por miedo a que se escuche en el exterior y te delate, y la dificultad de convivir con extraños. Sufrimos por el cambio en la vida de la niña, en el sentido de que ella se encontraba entre las familias de clase media, llevando una vida cómoda, y de la noche a la mañana se ve conviviendo con gente que no conoce, sin poder hacer ruido, racionando la comida y eligiendo cada uno un lugar para bañarse, sin libertad ninguna ni poder salir a ver la luz del sol. De hecho, ni podían abrir las ventanas, y a medida que pasaba el tiempo, limitaban más los alimentos, porque cada vez tenían más escasez. A eso hay que sumarle el problema de enfermar, de no poder avisar ni acudir a un hospital, y también es horrible ver cómo ella va creciendo y quedándose sin ropa para ponerse, porque le queda pequeña, y le van sirviendo cosas contadas. En definitiva, vivimos con ella todas esas duras condiciones que se ve obligada a afrontar para sobrevivir.
"Una y otra vez me pregunto si no habría sido mejor para todos que en lugar de escondernos ya estuviéramos muertos y no tuviéramos que pasar por esta pesadilla, y sobre todo que no comprometiéramos a los demás. Pero también esa idea nos estremece, todavía amamos la vida, aún no hemos olvidado la voz de la naturaleza, aún tenemos esperanzas, esperanzas de que todo salga bien".
Ana se encuentra en los primeros años de la adolescencia, y eso se nota por la forma de contar sus vivencias. Es una persona a la que podemos conocer en profundidad y, si os soy sincera, su personalidad no me ha terminado de gustar. También creo que no estamos acostumbrados a conocer a una persona de manera tan clara, abierta y honesta, algo que puede chocar, porque ella escribe de manera muy directa, intensa y transparente. Con algunos pensamientos que plasma es normal que lleguemos a pensar que es un poco vanidosa o que se victimiza, en el sentido de que a veces suena pretensiosa y no para de repetir que se siente sola en el mundo y lo mucho que sufre, porque nadie la quiere y todo el mundo es injusto con ella. En fin, esto último es normal a su edad, y entiendo que se ve acrecentado por encontrarse encerrada 24/7 con sus padres, sus hermanas y otras familias (especialmente los Van Daan) que no paran de llamarle la atención, criticarla, etc. También ella va descubriendo su cuerpo y lo que es el primer interés romántico, de hecho, en algunos países el diario fue tachado de pornográfico, a mi parecer, esa concepción es excesiva, porque lo único "escandaloso" es el hablar del cuerpo humano, no más.
Asimismo, Ana relata las desavenencias que tiene con sus padres, especialmente con su madre, a la que no soporta y de la que hace comentarios realmente feos, pero bueno, hay que tener en cuenta que es un diario y que al final este se usa para desahogarse. Así, Ana nos cuenta que se siente incomprendida constantemente, que sus padres siempre premian a su hermana Margot y a ella la regañan o la ignoran, que se quejan de sus comentarios y de lo molesta que es... Me pareció muy curioso como en algunas partes la propia Ana hace anotaciones adicionales, se ve que mientras revisaba lo escrito tiempo después, donde plasmaba su vergüenza sobre algunos comentarios que había realizado cuando era más joven, o nos contaba la evolución que ella notaba que había sufrido en su personalidad, adquiriendo más madurez. En fin, Ana a veces me resultaba cargante cuando no paraba de repetir cómo tenía a todo el mundo enamorado, lo bien que se le daba todo y lo pizpireta y divertida que era, y también cuando era extrema, en el sentido de que se obsesiona mucho con su amor en un momento dado, o también había entradas en las que hacía mucho drama para el problema del que se trataba. Sin embargo, he de decir que la obsesión por el amor que siente lo llegué a comprender, porque ella en Peter ve a ese apoyo al que agarrarse dentro de tanta soledad y sufrimiento, con el que se puede desahogar sobre sus sentimientos y lo mal que lo pasa con algunas escenas familiares.
En definitiva, considero que es un libro que hay que leer por lo menos una vez en la vida, las memorias de Ana siempre estarán con nosotros e invitan a la reflexión, y, sobre todo, reflejan lo que llegó a ser el mundo, un buen recordatorio de que debemos evitar repetirlo a toda costa.
¡Besos!
Es un genial libro. Gracias por la reseña. Te mando un beso.
ResponderEliminarYa lo tengo por leer, es algo para mí!
ResponderEliminar¡Hola! Este es un libro que tengo pendiente desde hace ya unos cuantos años, pero entre unas cosas y otras, nunca me animo a ponerme con él. A ver si en lo que queda de año al final cae, que las buenas opiniones que lleva recibiendo desde hace años por algo tiene que ser.
ResponderEliminar¡Besos!
hola
ResponderEliminarcreo que este es el único libro que hemos leído tanto mi marido, como mis hijos y yo. Y los cuatro lo hemos hecho en el colegio jejeje. No me importaría releerlo porque hace muchos años que lo hice... me lo voy a plantear
Gracias por la reseña
Besotesssssssss
¡Hola!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, un libro que hay que leer por lo menos una vez en la vida. Lo leí hace años, hace poco he leído la maravillosa adaptación gráfica de El diario de Anne Frank, te la recomiendo, así como la serie “Una pequeña luz: protegiendo a Ana Frank”. Es la historia de Miep Gies, una mujer holandesa que arriesgó su vida para proteger a la familia de Ana Frank de los nazis durante más de dos años en la Segunda Guerra Mundial.
Un abrazo y feliz fin de semana ;)
Hola hola!!
ResponderEliminarEs un eterno pendiente, espero poder leerlo esteb año
Un besote desde el rincón de mis lecturas💕
¡Hola!
ResponderEliminarTengo súper pendiente este libro, a ver si me pongo pronto con él.
¡Nos leemos!