Cuando no queden más estrellas que contar

¡Hola, hola!

¿Cómo estáis? Espero que vuestra semana haya ido de maravilla, de la mía no me puedo quejr, aunque la verdad es que en el trabajo he tenido bastante estrés.

Os traigo la reseña de un libro que me regalaron los Reyes Magos y que decidí leer casi tan pronto como llegó a mis manos, porque me llamaba mucho y además coincidió con al organización de una lectura conjunta en la que no dudé en participar. Espero que la disfrutéis.

Nombre: Cuando no queden más estrellas que contar.

Autora: María Martínez.

Editorial: Planeta.

Páginas: 472. 

¿Cómo se ignora lo que late en tu interior? ¿Cómo se recupera el rumbo de una vida trazada por una mentira? Desde muy pequeña, Maya se ha sacrificado en cuerpo y alma por el ballet. Trabaja como solista en la Compañía Nacional de Danza y los ballets más prestigiosos han puesto sus ojos en ella. Sin embargo, un grave accidente acaba con su futuro prometedor. El único mundo que Maya conoce se ha derrumbado. Su abuela, que ha guiado cada uno de sus pasos, la culpa por lo sucedido. La ausencia de su madre pesa más que nunca. Y un hallazgo fortuito abrirá una profunda herida. Un viaje inesperado, una chica incompleta y una verdad escondida en una caja de música. A veces, dejar que suceda es todo lo que necesitas.

Con este libro me ha sucedido algo curioso, no me he encontrado lo que esperaba cuando decidí leerlo, pero a pesar de ello, he disfrutado mucho con la sorpresa. No obstante, iba con las expectativas por las nubes, por ver que todo el mundo estaba encantado con la novela, y aunque me ha gustado mucho, no ha llegado a encandilarme tanto como esperaba.

En realidad, esperaba una historia más centrada en el ballet, eso sí me ha decepcionado un poco. Maya es una bailarina profesional que se dedica en cuerpo y alma a ello, y por culpa de un accidente, se ve obligada a dejar la profesión, por eso pensaba que se iban a centrar más en lo que es ser bailarina. Es verdad que por encima se cuentan algunas cosas, como lo duro que es y la dedicación que requiere, se nombran algunos pasos y obras, etc. Pero quería más. Yo bailo desde que era niña y he adorado el ballet toda la vida, por eso me hacía mucha ilusión leer una novela donde este arte tuviera importancia, pero me he encontrado con pinceladas, sin llegar a profundizar verdaderamente en lo que es vivir en el mundo de la danza.

"Rota. No me gusta esa palabra cuando se usa para referirse a una persona. Pensar que está rota es demasiado tajante, porque no todo lo roto puede arreglarse. Prefiero decir que está incompleta, que ha perdido una parte. Una parte que, si no se encuentra, puede reemplazarse por otra que se ajuste incluso mucho mejor".

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Sin embargo, el libro contiene otras cosas que conquistan. Por ejemplo, la manera de escribir de la autora. Hacía años que no leía nada de María Martínez y la verdad es que no hay color con cómo escribía en sus primeros libros. Una auténtica maravilla, eso es su pluma. El libro está lleno de reflexiones y citas para recordar, es como si dibujara las escenas de una manera poética, no sé, disfruté mucho leyendo el libro y sé que se debe, en la mayor parte, a la manera en la que está contado. Otra cosa que me gustó mucho fue que gran parte del libro tuviera lugar en la bella Italia, más concretamente en Sorrento. Yo he tenido la suerte de visitar Italia, pero no los lugares donde acontece el libro, salvo Nápoles, que estuve ahí y en Pompeya, así que cuando se hablaba de las vistas al Vesubio, tenía la estampa grabada en mi cabeza. 

Maya, nuestra protagonista, es una joven bastante compleja, porque se ha visto reprimida y controlada toda su vida, sometida a los exigentes deseos de su abuela de que fuera la mejor bailarina. Eso le restó poder de decisión y, por supuesto, la capacidad de disfrutar de su infancia y adolescencia, porque todo en su vida ha girado en torno al ballet, al menos, hasta que tiene el accidente. En Maya vemos lo que es tener una infancia difícil, el no sentirse querida por su familia y lo que es perderlo todo, ver tu sueño hecho añicos, eso por lo que tanto has trabajado. Pero también vemos lo que es sentirse libre después de haber vivido en una jaula durante años, el miedo a volar a lo desconocido, a no saber quién es ni qué quiere y la capacidad de probar a dejarse llevar, a ver qué pasa. Es una persona que tiene sus fallos, pero muy auténtica, y su situación hizo que en muchas ocasiones me doliera el corazoncito.

"Has perdido un sueño, y es horrible; pero la vida está llena de ellos y encontrarás otro. Puede que sea más modesto, pero también puede que te haga mucho más feliz". 

Como protagonista masculino tenemos a Lucas, un chico que vive en Sorrento y es muy feliz ahí, ajeno a lo mal que lo pasó en su momento con la vida que llevaba en Madrid. Lucas también me ha gustado, porque es muy natural y sabe confiar en la gente y sacar lo bonito y positivo de la vida, no sé, es de esas personas que transmiten que todo está bien, que te ayudan a respirar y que son comprensivas. Él también comete sus fallos, y eso me ha gustado, que la autora nos presente personajes imperfectos, muy humanos.

Del resto de personajes, puedo nombrar a varios, como Giulio, Dante, etc. Pero me quedo con Matías. Matías es ese amigo que todo deberíamos tener, porque es divertido, siempre está ahí para apoyar a Maya y tiene el corazón blandito.

Es cierto que la historia hace bastante alusión al tema del destino. Esto puede provocar que algunas situaciones parezcan muy poco realistas, porque es verdad que hay acontecimientos demasiado casuales, no es solo uno, sino una cadena de ellos. A mí personalmente no me molestó, porque las coincidencias existen y porque la autora lo cuenta de manera tan bonita que es que te lo quieres creer, pero le resta credibilidad a la novela.

"Un segundo. Dos. Tres...

Me encantaba ese instante, ese espacio entre nosotros, justo antes de besarnos".

Por último, otra cosa que destaco del libro es lo mucho que hace sentir. Al inicio transmite el malestar de la situación de Maya, lo que es sentirse atrapada y abandonada, y el dolor de la traición. Luego se abarcan otro tipo de emociones, como el amor, la ilusión, el sentirse libre, la confusión, y también que a veces el amor no lo puede todo, además de la importancia de sanarse a uno mismo y que es la propia persona la que debe cuidarse y ahondar en las cosas que debe tratar.  He sonreído, he sentido dolor, rabia, tristeza... Por eso tengo que decir que el libro me ha gustado, puede que no sea la historia más creíble, ni la más original, ni la historia de amor del año, pero me gustaron las partes de superación y el sentirme parte de la trama.

¡Besotes!