¡Hola a todos!
Ya diciembre, cómo vuela el tiempo. ¿Qué tal lleváis este último mes del año? Yo declaro inaugurada la temporada navideña, a ver si este finde, aprovechando el puente, pongo el árbol, y ya he leído mi primera lectura de ambientación navideña jeje
Hoy os traigo un libro que me gustó mucho, poneos cómodos, espero que os guste la reseña.
Trilogía: Érase una vez un corazón roto #1
Autora: Stephanie Garber.
Traducción: Eva González Rosales.
Editorial: Puck.
Páginas: 416.
Recuerda… nunca hagas un trato con un Destino.
Evangeline Fox se crio en la tienda de curiosidades de su amado padre, donde creció con leyendas sobre inmortales, como el trágico Príncipe de Corazones. Sabe que sus poderes son míticos, que vale la pena morir por su beso y que los tratos con él rara vez terminan bien. Pero cuando Evangeline se entera de que el amor de su vida está a punto de casarse con otra, se desespera lo suficiente como para ofrecerle al Príncipe de Corazones lo que quiera a cambio de su ayuda para detener la boda. El príncipe solo pide tres besos. Pero después del primer beso prometido de Evangeline, se entera de que el Príncipe de Corazones quiere mucho más de ella de lo que ha prometido. Y tiene planes para Evangeline que terminarán en la mayor felicidad para siempre, o en la tragedia más exquisita…
¿Hasta dónde serías capaz de llegar con tal de tener un final feliz?
Lo primero que he de deciros es que, por favor, antes de leer este libro valoréis leer antes la trilogía Caraval. Personalmente, es una trilogía que me encantó, y Érase una vez un corazón roto es su spin-off, por lo que hace spoiler de parte de lo que ocurre en la trilogía principal y, además, aparecen personajes de dicha trilogía, haciéndose guiños a sucesos que ocurren en la misma y a datos y elementos con los que, si no estáis familiarizados, puede que os cueste más entender o que disfrutéis algo menos de la lectura.
Había leído en muchas páginas que este libro era mejor que la trilogía principal. Sinceramente, a mí me ha gustado más o menos al mismo nivel, los dos han sido libros que me han gustado mucho. Eso sí, tienen un toque bastante diferente, a pesar de ocurrir en el mismo universo. Aunque ambas novelas nos trasladan a un mundo maravilloso, con Caraval nos vemos en un juego que nos hace confundir lo real de lo imaginario, fascinante a la par de peligroso; mientras que Érase una vez un corazón roto nos transporta a tierras encantadas, llenas de magia, de cuentos de hadas. Todo lo que vivimos es tan mágico que hace que apenas nos demos cuenta de lo letal y peligroso que es, porque nos quedamos maravillados con las magníficas descripciones, los objetos curiosos y los escenarios de ensueño.
Todo comienza cuando Evangeline Fox decide hacer un trato con Jacks, el Príncipe de Corazones, para evitar que su hermanastra se case con el chico al que ella ama. Todo el mundo sabe lo peligroso que es hacer tratos con un Destino, pero ella lo arriesga todo por amor.
"Ámalo como vives tu vida: ámalo sin contenerte, ámalo como si fuera tu destino y el mundo fuera mejor cuando estáis juntos, y él no podrá dejar de quererte nunca".
Evangeline es una joven muy curiosa, con el cabello color oro rosa, llena de esperanza, con el corazón lleno. Ella ha sufrido mucho porque ha perdido a sus dos padres, y ha sido criada entre cuentos y leyendas del Norte, dado que su madre era de allí. Es valiente, pero a la vez transmite mucha inocencia y delicadeza, que contrasta a la perfección con Jacks. A Jacks lo conocimos por primera vez en Legendary, y ya sabemos lo impredecible que es. No podemos saber qué esperar ni tampoco intentar predecir cómo va a actuar, ni siquiera entender lo que piensa o siente en cada momento. En algunas escenas es muy cruel, mientras que en otras actúa de forma protectora y cuidadosa, casi transmitiendo algo de cariño... Es tan voluble y misterioso que provoca mucho interés. Diría que él, junto con la ambientación, ha sido lo que más me ha gustado del libro. Además, tendremos otros personajes que entrarán en juego, como el príncipe Apollo, que busca esposa; la hermanastra de Evangeline, que parece dulce y atenta, pero a veces se le nota algún que otro resquicio de envidia, y a LaLa, un personaje que pasa bastante desapercibido al principio, pero que nos sorprenderá a lo largo de la lectura.
Por supuesto, el libro está lleno de cuentos e historias y no sabemos cuáles son reales y cuáles no, o qué parte de ellas contienen algo de verdad. También contaremos con la presencia de otros Destinos que no son el Príncipe de Corazones, cosa que enriquece la lectura, porque todos tienen unas habilidades que dan verdadero miedo y algunos de ellos pueden suponer una amenaza para nuestros protagonistas. Por otro lado, el libro cuenta con algunos giros de trama, la verdad es que la mayoría de cosas que se van descubriendo ya me las olía, pero eso no hizo que me gustaran menos.
El desenlace la verdad es que me pareció un poco precipitado, en lo referente a los pensamientos de Evangeline. Me pareció que de repente le entró la paranoia sin demasiada justificación, es normal la desconfianza, pero choca un poco con la evolución de sus sentimientos y sensaciones a lo largo del libro. Sin embargo, digamos que la resolución del problema principal al que nos enfrentábamos me gustó mucho.
Como hay muchas preguntas sin resolver, estoy deseando saber más sobre la historia, por lo que no tardaré en leer la continuación.
¡Besotes!





