El jardín de las hadas sin sueño

¡Holi!
Aquí traigo otra reseña para que la disfrutéis. Aviso de que mañana empiezo con la PAU, por lo que no volveré a publicar nada seguramente hasta el viernes o el sábado. ¡Deseadme suerte! jaja

Nombre: El jardín de las hadas sin sueño.


Trilogía: El Bosque #2.


Autora: Esther Sanz.


Editorial: Montena.


Páginas: 352.



Reseña del libro anterior:

1. El bosque de los corazones dormidos

                                               Sinopsis                                         

¡Con spoilers del libro anterior!

Clara ha renunciado a su antigua vida para proteger a Bosco y a su secreto; pero pronto se dará cuenta de que el pasado la persigue y de que no puede huir para siempre...

Hay lugares de los que es imposible huir, hay huellas que perduran para siempre.

Clara vive en Londres con una nueva identidad. Ha renunciado a su antigua vida, a su padre, a la Dehesa, para proteger el secreto de Bosco. Ahora debe aprender a vivir sin él?

Aunque al principio le parece imposible, poco a poco va acostumbrándose a la ciudad, a las clases y a sus nuevos amigos, y empieza a sentirse una chica normal. Sin embargo, de cuando en cuando un extraño presentimiento le recorre el espinazo y pone en alerta todos sus sentidos, como si su cuerpo fuese capaz de detectar el peligro, como si su corazón no la dejase olvidar? y la empujase a volver.

                                             Puntuación                                       

                                             Crítica propia                                    

¡Sin spoilers!

Hace un tiempo que leí el libro anterior y me decepcionó un poco. Este me ha parecido algo mejor que su predecesor, y es que es bastante entretenido, pero queda lejos de ser una obra maestra.

La historia comienza cuatro meses después del momento donde acabó la novela anterior. Clara está en Londres, ya que ha huido por esa razón que conocemos en el libro anterior, y ahora se hace llamar Alicia. Allí tiene nuevos amigos, aunque no termina de cuajar con ellos, debido al secreto que tiene que esconder. Ella se cree a salvo y varias señales le hacen pensar que Bosco intenta contactar con ella, por lo que ella cae en la trampa, ya que Robin sabe donde se encuentra y la mantiene vigilada.

En este libro conocemos bastante más sobre los hombres de negro, Robin toma mucha importancia, llegando a ser un personaje principal. A pesar de ser del bando de los malos, este chico me ha caído muy bien, me ha gustado mucho conocer su historia y poco a poco vamos comprendiéndole y cogiéndole cariño. Conoceremos por qué trabaja para la Organización y qué le mueve a buscar esa cosa tan preciada que nuestros protagonistas deben proteger. Es un personaje muy humano que, sin duda, supera a Bosco con creces.

"Es cierto-reconocía-. Robin es un hombre de negro... Pero quizá también sea un mirlo blanco".

Clara sigue sin caerme bien. Me parece demasiado debilucha, su comportamiento me pone de los nervios y odio que no sepa lo que quiere. No me gusta que sea tan fácil de sorprender y que sea tan enamoradiza, ni tampoco que se deje encandilar tan fácilmente, es demasiado ingenua y un pelín estúpida. Así que esta no es una protagonista que quiera recordar, y dudo que eso cambie en el libro siguiente. Esto ha hecho que disfrute menos de la lectura, puesto que en cada página he tenido que soportar a una protagonista que no aguanto. Bosco pierde algo de protagonismo porque se lo cede a Robin. Este chico me gusta, pero me sigue resultando un pelín plano y demasiado perfecto, y a mí, personalmente, tanta perfección no me gusta. De hecho, esto ha hecho que pierda interés en este personaje. Berta sigue cayéndome de maravilla, es una chica vailente y fuerte, la preferiría como protagonista, sinceramente.

Como ya os debéis suponer, en este libro se consolida un triángulo amoroso, que está muy de moda últimamente en la novelas juveniles. En principio no tengo queja, ya que el chico que ha aparecido nuevo me gusta más que el anterior, pero habrá que ver cómo termina este romance.

Algo que me ha gustado es que Esther Sanz consigue dotar de magia al libro con las leyendas que cuenta. La historia que conocemos en este libro ha sido bonita y gracias a ella entendemos el porqué del título.

También hay que tener en cuenta que es un libro entretenido, muy ameno y que se lee con facilidad. La ambientación también ha ganado bastante, puesto que los entornos donde tiene lugar la historia son más intrigantes que en el volumen anterior.

El final es bastante abierto, dejando el terreno preparado para continuar con la trilogía, la cual termina en el libro siguiente, La ciudad de la luna eterna. Tengo ganas se saber cómo finalizará todo, por lo que espero no tardar en hacerme con él, esperando que el cierre de la trilogía sea mejor que este libro y que su antecesor.

¡Besitos!