¡Hola, guapis!
Sé que con el comienzo de la cuarentena dije que iba a estar más por aquí, y esa era mi intención, pero no contaba con que la uni fuera absorberme y a mandarme trabajos para todos los días. Estoy asqueada, os lo digo, envidio a la gente que está en su casa sin nada que hacer, porque a mí me están llenando de cosas y no me da tiempo a todo. Así que de los planes que tenía para la primera semana (la entrada anterior) no he cumplido nadita, qué triste. Voy a intentar ponerme a ahora a escribir reseñas pendientes que tengo unas cuántas.
Mientras tanto,, os dejo con la reseña del segundo libro que leo de Lena Valenti ^^Nombre: El torneo.
Saga: Amos y mazmorras #2
Autora: Lena Valenti.
Editorial: Debolsillo.
Páginas: 384.
Días atrás Cleo Connelly era un teniente de policía de Nueva Orleans, vivía feliz y nunca antes había probado el BDSM. El único azote que había sentido era el que provenía de las manos de su padre cuando, de pequeña, hacía alguna trastada. Pero ya habían pasado seis días desde que recibió la noticia de la desaparición de su hermana Leslie, y se había metido de lleno en el caso en el que ésta participaba.
Ahora Cleo es una agente del FBI infiltrada en un torneo de dominación y sumisión, en el que interpreta el rol de sumisa mientras trata de revelar la identidad de los diseñadores de droga popper y de los traficantes de blancas que el FBI perseguía.
Unos días antes, el corazón de Cleo estaba entero y esa libre. En estos momentos, intenta recomponerlo después de que Lion Romano, el agente a cargo de la operación e instructor de su doma, lo rompiera y lo pisoteara sin compasión. El amor es un juego de fantasía y realidades al
que, tarde o temprano, todos nos sometemos.
Sinceramente, pensaba que esta segunda parte me iba a gustar mas que su predecesora, más que nada porque ya se pasa a la acción y el final del libro anterior ya prometía guerra para este.
Mi problema se basa fundamentalmente en los protagonistas y su relación. En serio, me han desesperado. Se comportan como verdaderos niños en un patio de colegio. Me daban ganas de gritarles: ¡qué estáis en una misión del FBI, leñe!¡Dejad de centraros en vuestros dramas! Además, se hacían verdadero daño, lo del ojo por ojo lo llevan a la perfección desde el principio de la novela. Si uno hacía daño al otro, el otro le respondía haciéndole más daño, etc. Encima ambos personajes denotan una posesividad sobre el otro que considero hasta enfermiza. Me cansó que lo pasaran "tan mal" internamente y estuvieran "tan enamorados" y luego se trataran como al agua sucia. Si en el primer libro vi entre Cleo y Lion algo de química y compenetración, en este solo he visto una toxicidad enorme. Cleo me ha parecido una niña que se deja mangonear y reacciona sin pensar, solo quiere provocar a Lion y a la vez que él le declare su amor eterno, y si no, pues pataleta. Y Lion me parece un manipulador, que lleva un tira y afloja que no es sano y tiene comportamientos muy egoístas e hirientes.
También me ha pasado que el sado en este libro es mostrado desde una perspectiva más agresiva y hasta cruel. Del primer libro, saqué que se supone que es una práctica consensuada entre amo y sumisa y disfrutan ambos. Que en el torneo haya determinadas pruebas que a nadie le gustan, se contrapone con esta descripción. Lo mismo aquí para Lion, que le pega a Cleo o reacciona de manera dura e incluso cruel cuando está cabreado. No sé si es que yo tengo una concepción diferente del amor, pero si tu quieres a una persona y le haces eso... Háztelo mirar. Hay escenas con las que flipé, no solo de la pareja protagonistas sino también del torneo en sí, y no en el buen sentido precisamente.
"-Lo hace todo menos duro-. <<¿Lo entiendes, tonto?>>. Le miró de reojo, con timidez. Ella también le podía decir que le gustaba a su modo.
-Pues tenemos un problema, leona-murmuró pasándole la lengua a lo largo de su garganta-. Porque yo estoy duro todo el día."
Sin embargo, la novela también tiene sus cosas positivas. En primer lugar, la manera de escribir de la autora sigue animando a seguir leyendo, por su ligereza, ni siquiera nos damos cuenta de todas las páginas que pasamos. Segundo, me llaman muchísimo la atención los otros personajes de la saga, en los que supongo que se centraran los libros siguientes: Prince, Shanon, Nick, Sophie, Leslie, Markus... Aish, sobre todo Markus. Son super interesantes y en este libro nos adentramos un poquito en sus historias, por encima, para que sepamos que están ahí pero se quedan totalmente abiertas para que la autora las desarrolle en un futuro. Y yo estoy deseando saber de ellas, tengo mucha fe en que las historias protagonizadas por esos personajes vayan a gustarme más que esta.
Y finalmente, me ha mantenido muy intrigada el caso de la trata de blancas, el saber quién está detrás, lo que les hacen, etc. Creo que por eso lo que más me ha gustado del libro ha sido el final, donde hay verdadera acción y se destapa todo. Parece ser que me quedo con la parte policiaca del libro, en vez de con la romántica o la erótica.
Por lo pronto, por lo que he explicado de los personajes, seguramente lea la tercera parte, pero dentro de unas semanas. No obstante, si veo que la próxima historia sigue en la línea de esta, probablemente deje la saga a medias. Ya os iré contando.
¡Un beso!