¡Hola, hola!
¿Qué tal va ese viernes? ¿Con ganas ya de disfrutar del finde? Yo la verdad es que con poquitas ganas, porque el lunes vuelvo a empezar las clases y 0 ganas, quiero otra semanita de descanso después del mes de exámenes que he tenido jeje
Nombre: La Buena Suerte.
Autores: Álex Rovira Celma y Fernando Trías De Bes.
Editorial: Empresa activa.
Páginas: 125.
Hace mucho tiempo, en un reino lejano, Merlín convocó a todos los caballeros y les dijo: «He sabido que en el Bosque Encantado, en un plazo de siete noches, nacerá el Trébol Mágico. Es un trébol de cuatro hojas único, que proporcionará a quien lo posea una suerte ilimitada.» Pero los caballeros saben que encontrar un minúsculo trébol en un bosque tan extenso será como buscar una aguja en un pajar. ¿Quién aceptará el reto de partir al Bosque Encantado en busca del Trébol Mágico?
Así comienza la fábula de “La Buena Suerte”, la historia positiva y rebosante de inspiración que reveló al mundo en su día las diez claves de la prosperidad. Una década después de su publicación, su mensaje universal sigue calando con fuerza y su sencilla pero poderosa filosofía resuena aún en lectores de todas las edades y culturas.
Con más de cinco millones de ejemplares vendidos y traducida a más de cuarenta idiomas, esta obra sobre la capacidad de las personas para labrar su propio destino sigue más vigente que nunca.
Este libro lo leí por primera vez hace muchos años. De hecho, la edición que tengo yo es la undécima, y no sé ni por cuál van ya publicando. El caso es que decidí leerlo ahora porque, a parte de que es un libro cortito y eso viene bien al retomar el hábito de leer, ahora mismo me apetecen leer libros que contengan una enseñanza y que me motiven de alguna forma. Y me acordé de la sensación tan guay que me dejó cuando lo leí años atrás y supe que quería experimentarla de nuevo.
La Buena Suerte es de esos libros que hay que leer en el momento adecuado, no hay más. Puede que alguien lo lea y diga: Pues vaya novedad, si esto yo ya lo sabía, no me cuenta nada nuevo. Eso puede pensarse porque o se ha leído deprisa y corriendo, o no estás en el momento de necesitar o entender la lectura, o simplemente no es tu libro, y los tres motivos son muy respetables. Pero también, al terminarlo, puedes quedarte con la sensación de haber aprendido algo valioso y de tener ganas de comerte el mundo. Esto es lo que me ha pasado a mí, acerté con leerlo, porque necesitaba y quería un libro que me hiciera pensar y reflexionar sobre las pequeñas cosas, los detalles, que marcan la diferencia. Ya se sabe que quien algo quiere, algo le cuesta, la suerte no viene así porque sí, o al menos, eso solo pasa a veces y de manera pasajera. Para conseguir la Buena Suerte, hace falta algo más.
"Cortar las ramas viejas, liberarse de lo que no sirve, es siempre un impulso para la vida del árbol y de los que le rodea-añadió, esta vez con voz cálida y amable, la Secuoya."
Este libro nos muestra diferentes actitudes ante adversidades y que no debemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, que por mucho que nos digan que es imposible hacer algo, no lo es, podemos ser los primeros en conseguirlo. Solo tenemos que esforzarnos, atender a nuestro entorno y a nosotros mismos y ver qué es lo que falta y cómo hacerlo posible. Todo esto, contado a través de una fábula que me parece perfecta. Además, está todo escrito en letras bien grandes y es corto, así que se lee en nada y la enseñanza se queda grabada en la mente. Si a eso le sumamos el decálogo que contiene, esas claves de la Buena Suerte que resumen el éxito, diría que es el libro ideal para animarse y motivarse a luchar por los sueños y a hacer cosas, no quedarnos sentados. Si queremos algo, habrá que cambiar cosas.
¿Y vosotros? ¿creéis en la suerte y el simple azar, o sois más de pensar que todo requiere esfuerzo y dedicación ?
¡Besos!