¡Hola a todos!
Hoy os traigo la reseña de un libro que me ha gustado mucho, espero que disfrutéis con la reseña.
Nombre: Oqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje.
Autor: Miguel Griot.
Editorial: Oxford.
Páginas: 272.
En 1995, Iqbal Masih, se convirtió en mártir por la lucha contra la esclavitud infantil al ser asesinado en Lahore, su localidad natal. Iqbal denunció su situación ante la opinión pública para concienciar al mundo de una injusticia que afecta a millones de menores en el mundo. Con la recreación de los testimonios de los que le rodearon, conocemos a un personaje cuya labor ha sido imprescindible en la búsqueda de un mundo mejor.
Os voy a ser sincera, hasta hace poco, no tenía ni idea de quién era Iqbal Masih ni qué había hecho por la humanidad. En mi defensa podría decir que en el año de su muerte yo ni siquiera había nacido, pero aun así me habría gustado conocer antes su historia. En fin, ya se sabe que mejor tarde que nunca, y gracias a que el autor de esta novela contactó conmigo, he podido concienciarme sobre su historia, además de prestar más atención a un tema que tristemente afecta al mundo en la actualidad.
En primer lugar, destaco la forma en la que el autor cuenta la historia, ya que lo hace a través de testimonios de personas que tuvieron la suerte de conocer a Iqbal Masih. No veremos los sucesos con los ojos del niño, sino con los de las personas de su alrededor, desde su madre, jefe o incluso el fundador de la organización contra la esclavitud infantil. Por un lado, esto es positivo, porque apreciamos la novela de diferentes maneras, percibimos la realidad desde la personalidad de muchísimas personas distintas, porque hay narradores muy variados. He aquí también lo negativo, que es que al haber tantas perspectivas, a menudo me perdía a la hora de recordar quién era quién (porque hay personajes que narran dos veces o más), y tampoco pude empatizar con ninguno en particular, salvo con Iqbal, al cual sentí que me habría gustado conocer mejor porque no sabíamos qué se le pasaba por la cabeza en determinadas ocasiones. Digamos que me faltó algo más de profundidad.
En primer lugar, destaco la forma en la que el autor cuenta la historia, ya que lo hace a través de testimonios de personas que tuvieron la suerte de conocer a Iqbal Masih. No veremos los sucesos con los ojos del niño, sino con los de las personas de su alrededor, desde su madre, jefe o incluso el fundador de la organización contra la esclavitud infantil. Por un lado, esto es positivo, porque apreciamos la novela de diferentes maneras, percibimos la realidad desde la personalidad de muchísimas personas distintas, porque hay narradores muy variados. He aquí también lo negativo, que es que al haber tantas perspectivas, a menudo me perdía a la hora de recordar quién era quién (porque hay personajes que narran dos veces o más), y tampoco pude empatizar con ninguno en particular, salvo con Iqbal, al cual sentí que me habría gustado conocer mejor porque no sabíamos qué se le pasaba por la cabeza en determinadas ocasiones. Digamos que me faltó algo más de profundidad.
"Añadió que cuando aceptas tus debilidades y confías en ellas, eres capaz de romper una piedra con un huevo."
Lo más importante del libro, sin duda, es lo mucho que marca y te hace reflexionar. Transmite una triste realidad: la situación de muchos niños que se ven obligados a trabajar en condiciones deplorables, de sol a sol sin poder ni siquiera ir a la escuela ni disfrutar de apenas tiempo libre para jugar y disfrutar de su juventud. Todos sabemos que la esclavitud infantil existe hoy en día, pero pienso que no nos lo tomamos lo suficientemente en serio. Tras leer este libro, he empezado a plantearme de verdad de dónde vienen las cosas que compro, por quién podrán haber sido fabricadas y he llegado a sentirme culpable por esas veces que me quejo de la universidad (que no quiere decir que no tenga razón, porque hay profesores que tela marinera, este año me he ganado el cielo asistiendo a clases con ellos), cuando hay niños en este momento se parten la espalda trabajando para conseguir algo que llevarse a la boca. Al principio me indigné por la actitud de los padres, ya que ponen a Iqbal a trabajar sabiendo lo que le espera, pero luego intenté ponerme en la situación de ellos y la verdad es que es muy complicada. ¿Qué harías tú, si para poder alimentar a tu familia tuvieras que poner a trabajar a tu hijo pequeño? Es muy duro, y sé que la mayoría respondería que ni se lo plantearían, pero hay que verse en esa cultura y en ese nivel de necesidad.
He leído opiniones donde decían que el libro les había gustado, pero que en realidad contaba prácticamente lo que podíamos encontrar en wikipedia, así que como ya se sabían la historia, quedaron decepcionados porque esperaban algo más. Por ello yo no busqué nada, sino que mi primer toma de contacto con Iqbal fue a través de las páginas de esta lectura, por eso la he disfrutado más. Luego busqué en internet a ver si coincidía con lo que me habían dicho y sí, es cierto que en resumen es lo que podemos encontrar si investigamos un poco, pero ni por asomo es lo mismo leer la novela, porque el autor lo trata de forma muy original y diferente.
"Si provocas la risa de una persona, ganas su atención, obtienes su confianza y abres su corazón. Mejillas hinchadas por carcajadas pueden más que ojeras regadas con lágrimas. "
Por supuesto, también me ha gustado mucho saber más sobre la organización que trata de abolir la esclavitud infantil otorgando ayudas, participando con medidas reactivas contra este abuso, etc. Me gustó saber de dónde surgió, qué personas estaban en ella y las buenas intenciones que le preceden. El final me dejó un sabor bastante agrio, y es que aunque me lo esperaba, me dolió igual. Esta historia tiene partes que te hacen perder la fe en la humanidad, pero otras en la que das gracias por que existan personas en el mundo como algunas de las que aparecen en la lectura. Os animo a que le deis una oportunidad a esta novela, para que descubráis la historia de este pequeño gran héroe que luchó por cambiar las cosas, consiguiendo muchos avances a pesar de su corta edad.
¡Besos!
Lo más importante del libro, sin duda, es lo mucho que marca y te hace reflexionar. Transmite una triste realidad: la situación de muchos niños que se ven obligados a trabajar en condiciones deplorables, de sol a sol sin poder ni siquiera ir a la escuela ni disfrutar de apenas tiempo libre para jugar y disfrutar de su juventud. Todos sabemos que la esclavitud infantil existe hoy en día, pero pienso que no nos lo tomamos lo suficientemente en serio. Tras leer este libro, he empezado a plantearme de verdad de dónde vienen las cosas que compro, por quién podrán haber sido fabricadas y he llegado a sentirme culpable por esas veces que me quejo de la universidad (que no quiere decir que no tenga razón, porque hay profesores que tela marinera, este año me he ganado el cielo asistiendo a clases con ellos), cuando hay niños en este momento se parten la espalda trabajando para conseguir algo que llevarse a la boca. Al principio me indigné por la actitud de los padres, ya que ponen a Iqbal a trabajar sabiendo lo que le espera, pero luego intenté ponerme en la situación de ellos y la verdad es que es muy complicada. ¿Qué harías tú, si para poder alimentar a tu familia tuvieras que poner a trabajar a tu hijo pequeño? Es muy duro, y sé que la mayoría respondería que ni se lo plantearían, pero hay que verse en esa cultura y en ese nivel de necesidad.
He leído opiniones donde decían que el libro les había gustado, pero que en realidad contaba prácticamente lo que podíamos encontrar en wikipedia, así que como ya se sabían la historia, quedaron decepcionados porque esperaban algo más. Por ello yo no busqué nada, sino que mi primer toma de contacto con Iqbal fue a través de las páginas de esta lectura, por eso la he disfrutado más. Luego busqué en internet a ver si coincidía con lo que me habían dicho y sí, es cierto que en resumen es lo que podemos encontrar si investigamos un poco, pero ni por asomo es lo mismo leer la novela, porque el autor lo trata de forma muy original y diferente.
"Si provocas la risa de una persona, ganas su atención, obtienes su confianza y abres su corazón. Mejillas hinchadas por carcajadas pueden más que ojeras regadas con lágrimas. "
Por supuesto, también me ha gustado mucho saber más sobre la organización que trata de abolir la esclavitud infantil otorgando ayudas, participando con medidas reactivas contra este abuso, etc. Me gustó saber de dónde surgió, qué personas estaban en ella y las buenas intenciones que le preceden. El final me dejó un sabor bastante agrio, y es que aunque me lo esperaba, me dolió igual. Esta historia tiene partes que te hacen perder la fe en la humanidad, pero otras en la que das gracias por que existan personas en el mundo como algunas de las que aparecen en la lectura. Os animo a que le deis una oportunidad a esta novela, para que descubráis la historia de este pequeño gran héroe que luchó por cambiar las cosas, consiguiendo muchos avances a pesar de su corta edad.
¡Muchísimas gracias al autor por el ejemplar!
¡Besos!





