Siempre nos quedará el verano

¡Hola holita!

¿Qué tal este finde? Yo estudiando, ¿qué raro no? xD Estoy descansando un poco porque siento que la cabeza me va a estallar. Por cierto, he empezado a leer Recuerda que me quieres, y por ahora es una delicia de libro, espero que siga así porque puede convertirse en una de las mejores lecturas del año, y eso que solo estamos a día 9 de enero jajaja

Hoy os traigo la reseña del último libro de una trilogía que empezó de una manera normalita, pero que al final ha conseguido que le coja cariño.

Nombre: Siempre nos quedará el verano.


Trilogía:Verano #3


Autora: Jenny Han.


Editorial: Destino.


Páginas: 288.




                                              Sinopsis                                                 

¡Con spoilers de libros anteriores!

Belly sólo ha querido a dos chicos en su vida. Y ambos se apellidan Fisher. Tras salir con Jeremiah durante los últimos dos años, está casi segura de que es su alma gemela. En cambio, Conrad no ha superado el error de haberla dejado escapar, así que cuando Belly y Jere deciden dar un paso más en su relación, sabe que no le queda más remedio que hablar ahora o callar para siempre. Decida lo que decida, Belly deberá enfrentarse a lo inevitable: tendrá que romperle el corazón a uno de los dos.

                                             Puntuación                                            

                                              Crítica propia                                       

¡Sin spoilers!

Tras terminar el segundo libro de la trilogía, automáticamente abrí su tercera y última parte. Y es que Jenny Han no me podía dejar así después del final del libro anterior, no podía permitirlo, por lo que aproveché y me leí este libro del tirón. Y sí, con "del tirón" me refiero a de una sentada.
La vida de Belly durante estos dos últimos años ha sido bastante feliz, al menos hasta ahora. Pero un acto de Jeremiah, una traición muy dolorosa, le hará cuestionarse muchas cosas y pondrá su vida patas arriba de nuevo.
Tengo que admitir que el principio del libro me pareció infantil y poco creíble. Me refiero a esa decisión, gran decisión que toma Belly, y lo hace como si se tratara de un tema sin importancia, como si no supusiera un cambio enorme en su vida, casi sin pensar. De hecho, primero me lo tomé a risa, decía: ¡Venga ya! Es imposible que vaya a hacer tal tontería, y más cuando Jere le ha hecho ESO, y no se perdona tan fácilmente. Pero luego te das cuenta de que la cosa va en serio, no es ninguna broma, y lo único que puedes hacer es seguir leyendo como si estuvieras poseída y cruzando los dedos para que no cometa esa locura. 

"Una pelea es como un incendio. Crees que lo tienes controlado, que lo podrás apagar siempre que quieras, pero antes de darte cuenta, se convierte en un ser vivo que respira por sí mismo, y no hay forma de controlarlo, y te sientes idiota por haber pensado que podrías."

Si en el libro anterior la historia la contaba Belly, dejándole el lugar a veces a Jeremiah, en este la narración la compartirán Belly y Conrad. Sí, por fin se arroja un poco de luz a la misteriosa personalidad de este chico, lo que ayuda a comprenderlo mejor. Vale que no fuera suficiente para conocerlo a fondo, pero entenderemos el porqué de su forma de actuar y lo que siente ante la situación que se le presenta. Conrad no ha sido mi protagonista ideal, lo encuentro bastante extraño y a veces actúa como si no le importara nada, pero le he ido cogiendo aprecio a lo largo de los libros, y entre Jere y él, me quedo con Conrad. Además, en esta entrega el chico suma puntos con las cosas que hace.
Jeremiah en este libro ha decaído mucho. Pasa de ser el chico que cualquiera querría tener en su vida a ser otro tipo de persona muy distinto, ya no solo por ese "error" que comete al principio, sino por su comportamiento a lo largo de la lectura. SPOILER ¿te lías con otra chica y encima te crees con derecho a ponerte celoso de si Belly va con Conrad a algún lado, o cosas así? Pero tío, ¿de qué vas? En serio, a veces me daban ganas de darle una buena tunda. Y además va y le hace la propuesta a Belly de esa forma, sin esperar, quedó como si lo hiciera por compromiso y ya está, para demostrar que la quería, pero de una manera forzada.FIN DEL SPOILER. Jere actúa de forma egoísta, inmadura y casi rozando la desesperación. Así que lo siento, pero team Conrad de cajón.
Belly me sigue pareciendo un poco niñatilla, y en este libro aún más. ¿Pero cómo vas a tomarte algo tan importante a la ligera alma de cántaro? Si es que eres una inconsciente. Mostrará su lado más cabezota y orgulloso, aunque obviamente también tendrá sus momentos de sensatez. Belly sigue comportándose como una niña que quiere demostrar cosas, como prueba de que lo que dice/hace/siente es real, pero no se da cuenta lo que eso significa. O al menos, hasta que se ve involucrada en el tema. Es una pena que no sea una protagonista que haya tenido una evolución a lo largo de la trilogía, y eso que se supone que han pasado años y ha crecido.
Tengo que añadir que Taylor esta vez no me ha parecido tan insoportable. No sé si es porque aparece menos, y cuando entra en escena no lo hace para tocar las narices como de costumbre, sino para apoyar a Belly, así que no le tengo tanto coraje como antaño.

"Hay momentos que son trascendentales. (...) Actúa o muere. Este era uno de esos momentos. Trascendental. Sería difícil encontrar uno más importante que este."

La verdad es que la historia no tiene nada del otro mundo, pero está contada de una manera que engancha. No podía esperar para saber cómo terminaba todo, era un manojo de nervios, y cuando había diálogos importantes de Belly con Jere y Conrad mis sentimientos estaban al máximo, alerta de lo que pudiera pasar tras esas conversaciones.
El final me dejó una sonrisa de boba. ¿Recordáis que en la reseña del libro anterior os conté que ya me imaginaba como iba a finalizar? Pues acerté, y me ha encantado, porque no imagino otro final mejor. Fue el que tenía que ser, de haber sido otro creo que me habría llevado una decepción. Eso sí, eché de menos unas cuantas páginas donde nos contaran cómo se había llegado a esa situación más detalladamente, no solo por encima.

En definitiva, Siempre nos quedará el verano ha sido el mejor libro de la trilogía, manteniendo al lector enganchado a sus páginas, con muchas ganas de saber cómo termina todo. Sin duda, una lectura muy fresca y ligera, ideal para desconectar y también una buena novela para adolescentes (aunque es genial para todo el mundo).

Con esta reseña me despido de la trilogía, pero no de la autora, porque quiero seguir leyendo libros suyos. Por lo pronto tengo fichado A todos los chicos de los que me enamoré, a ver cuándo cae ;)
¡Besotes!