El Ruiseñor

¡Hola a todos!
No sé cómo he tardado tanto en leer este libro, lo tenía en mi estantería desde hace ya años y no le había hincado el diente. Menos mal que al final me he animado, porque es una gran lectura.

Nombre:El Ruiseñor.


Autora: Kristin Hannah.


Editorial: Suma de letras.


Páginas:589.

Francia, 1939. En el tranquilo pueblo de Carriveau, Vianne Mauriac se despide de su marido, Antoine, que debe marchar al frente. Ella no cree que los nazis vayan a invadir Francia, pero lo hacen, con batallones de soldados marchando por las calles, con caravanas de camiones y tanques, con aviones que llenan los cielos y lanzan bombas sobre los inocentes. Cuando un capitán alemán requisa la casa de Vianne, ella y su hija deben convivir con el enemigo o arriesgarse a perderlo todo. Sin comida ni dinero ni esperanza, Vianne se ve obligada a tomar decisiones cada vez más difíciles para sobrevivir. 

 La hermana de Vianne, Isabelle, es una joven rebelde de dieciocho años que busca un propósito para su vida con toda la temeraria pasión de la juventud. Mientras miles de parisinos escapan de la ciudad ante la inminente llegada de los alemanes, Isabelle se encuentra con Gaëton, un partisano que cree que los franceses pueden luchar contra los nazis desde dentro de Francia. Isabelle se enamora completamente pero, tras sentirse traicionada, decide unirse a la Resistencia. Sin detenerse nunca para mirar atrás, Isabelle arriesgará su vida una y otra vez para salvar a otros. 

 En el amor descubrimos quiénes queremos ser. En la guerra descubrimos quiénes somos en realidad.

He leído otros libros ambientados en la Segunda Guerra Mundial, pero nunca uno que cuente lo que sucedió en Francia, sino en Alemania (El niño con el pijama de rayas) y Holanda (La chica del abrigo azul, El diario de Anna Frank). El caso es que sabía que Francia había estado bajo dominio alemán durante años, pero no sabía cómo había pasado ni la forma en la que se desarrolló todo. El Ruiseñor nos sitúa justo en esa época, los inicios de la guerra y la caída de Francia en manos de la Alemania nazi. Ya os podéis imaginar que este libro no es precisamente alegre, sino que habla de una etapa muy dura que tristemente sucedió en la realidad.

El Ruiseñor nos presenta la historia de dos hermanas en la época referida. Por un lado, tenemos a Vianne, la más tranquila, obediente y callada. Al menos, así nos la pintan. Ella vive con su marido y su hija antes de que todo estalle. En cambio, Isabelle, su hermana pequeña, es un auténtico ciclón. Deslenguada, insolente y valiente, capaz de darlo todo por ayudar a su pueblo. Hay una cosa que me gustaría destacar y es que, a pesar de las diferentes personalidades de las hermanas, casi palpables, las dos tuvieron un papel clave en la guerra. Lo que quiero decir es que Isabelle es más visible, tiene un espíritu más revolucionario y es la que se arriesga, muchas veces sin pararse a pensar en lo que suponen sus actos. Por eso, se puede caer en el error de que ella es la más valiente. Sin embargo, para mí Vianne es muy valiente también. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar las cosas que hace Vianne, teniendo en cuenta que tiene una niña a su cargo? Vianne también ayuda a la gente, a su manera. Es capaz de servirle la cena a un alemán todas las noches sin clavarle un cuchillo en un ojo, es capaz de dejar de comer por su hija y de dar todo de sí para proteger a sus seres queridos. ¿Quién es más valiente, la que arriesga todo sin tener apenas nada que perder o la que arriesga a cuentagotas, salvando la vida de personas a las que adora? Creo que no somos quiénes para juzgar, y aunque Isabelle sea la más explosiva y la que hizo más por Francia, yo he comprendido más a Vianne. Es normal tener miedo, y ella hace cosas muy valientes, sobre todo teniendo en cuenta su situación. Ambas hermanas cometen sus errores, pero no podemos culparlas, cada una lo hace lo mejor que puede a su manera y las situaciones por las que tienen que pasar son verdaderamente desgarradoras.

"Si algo he aprendido en mi larga vida es esto: en el amor descubrimos quiénes queremos ser; en la guerra descubrimos quiénes somos. Los jóvenes de hoy quieren saberlo todo de todo el mundo. Creen que hablando de un problema lo resolverán. Yo procedo de una generación más reservada. Comprendemos el valor del olvidar, el aliciente de reinventarnos."

Me ha gustado mucho que la autora de la misma importancia en la historia a las dos hermanas. En cada capítulo podemos ver lo que le sucede a cada una, cosa que he agradecido porque ambas tramas son interesantes y ninguna tiene que nada que envidiar a la otra. En las dos tendremos sucesos muy duros, pérdidas, riesgos y desolación, lo que conlleva una guerra, vamos.  Ya os digo que hay momentos en los que es imposible no llorar porque la historia llega, las cosas que hacen los personajes son increíbles y cada pérdida es un puñal en el corazón.

Sobre los otros personajes, me gustaría mencionar a varios que me han marcado, de una manera u otra. El primero es el padre de Isabelle y Vianne, el cual no supo ser un padre para sus hijas y, seamos francos, al principio no le tenemos simpatía precisamente, pero creo que luego llegamos a entender el trauma que supuso para él la guerra. Sophie, la hija de Vianne, la cual vive su infancia y comienzo de la adolescencia en tiempos de guerra, en ella se ve reflejado perfectamente la forma en la que marca a una persona el crecer en un ambiente de sometimiento y agresión diario. El capitán Beck también me pareció importante, porque aunque era del bando contrario, era una buena persona. No podemos meter a todos los alemanes de esa época en un mismo saco. Algunos eran horribles, sí, pero otros eran soldados que cumplían órdenes por su pueblo. Mucho ni siquiera sabían lo que se cocía en la cabecita de Hitler hasta que este lo puso en marcha y ya era demasiado tarde para pararlo o echarse atrás. Eran personas engañadas también, y aunque el capitán a veces suelte comentarios que son para darle con toda la mano abierta, también tiene muy buenas actuaciones. Por último, me gustaría destacar a Ari, pues su historia es conmovedora. Me emocioné mucho con su final.

No os digo más porque me gustaría que descubrierais esta historia por vosotros mismos. Solo me queda agradecer que existieran, y existan, personas en la realidad como Vianne e Isabelle, esos ruiseñores que ayudaron a tanta gente y dedicaron su vida a los demás, cambiando con su granito de arena el destino de muchas personas. Si queréis una historia real como la vida misma, dura, intensa y que merece mucho la pena, no sé a qué esperáis para leer el libro.

¡Besos!